La relevancia internacional de España en las operaciones de mantenimiento de la paz bajo el paraguas de la ONU, tiene como consecuencia una mayor implicación de nuestras fuerzas armadas en la solución de conflictos de países lejanos y no tan lejanos como es el caso del Líbano.
Como consecuencia de ello se desplegaron el año pasado 1100 soldados españoles para apoyar a un contingente superio de tropas que tienen como misión ayudar a la población civil y mantener el precario equilibrio en la zona entre otras.
Esto ya tiene un coste de seis vidas humanas que han muerto asesinadas por los terroristas vinculados a Fatah Al Islam, una organización vinculada a Al Qaeda y a Bin Laden. El precio es alto para las democracias que quieren ser parte relevantes en las decisones internacionales, que aportan soldados que se juegan la vida en defensa de los valores como la democracia, la libertad, los derechos humanos...
A ellos les debemos respeto, lealtad y a sus familias la solidaridad de un pueblo que comparte con ellas este momento de dolor. Pero que no dude nadie, y menos los terroristas, somos una sociedad madura y responsable y no dejaremos que se salgan con la suya, que abandonen toda esperanza de conseguir algo con este tipo de actos, estamos en el Líbano para ayudar a la población civil y no nos vamos a ir, seremos fieles a la palabra dada a estas gentes y a la defensa de la libertad.
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